El día en que Mar del Plata se vistió de blanco

En estas horas, en que se habla de la posibilidad de una nueva nevada en Mar del Plata, la memoria nos lleva al primero de agosto de 1991, el día en que Mar del Plata se vistió de blanco y fue una verdadera fiesta.

Seguimos esperando que se repita. Cuando los meteorólogos advierten que están dadas las condiciones, cuando el frío se hace sentir como en estos días, los habitantes de esta ciudad nos retrotraemos a aquel primero de agosto del 91, el día de la nevada. Imágenes que quienes fueron testigos, jamás podrán olvidar. Fue una jornada distinta, atípica. Con sus cámaras en mano -no existían, cabe recordarlo, las digitales de hoy ni los celulares que permiten inmortalizar un momento-, los marplatenses se trasladaban de una punta a otra de la ciudad para observar los alcances del fenómeno.

Los muñecos de nieve se multiplicaban en los barrios, mientras el Casino, el Faro, el Parque San Martín, las playas, Parque Camet, Sierra de los Padres, el Puerto, Punta Mogotes y todos los paseos de la ciudad recibían la visita de los curiosos que se asombraban ante los nuevos paisajes.

"Nieve: una fiesta para Mar del Plata", fue el título de la tapa de LA CAPITAL del 2 de agosto de 1991, una edición histórica que se agotó a las pocas horas de salir de las rotativas, con decenas de fotografías y testimonios sobre la nevada. Tan especial fue ese diario que por primera vez en los más de cien años de historia de este matutino, la marca de la tapa fue modificada, añadiéndosele dibujos de la nevada sobre cada una de las letras de LA CAPITAL. Nuevas ediciones debieron imprimirse a lo largo de la jornada, a pedido de los "canillitas" que llegaban hasta nuestra planta editora buscando más ejemplares. Diarios, en definitiva, que están guardados, cuidadosamente, en miles de hogares como reflejo de aquel día único.

"Un fenómeno meteorológico que pudiera ser rutinario en muchas geografías del planeta, tiene para nuestra ciudad carácter de acontecimiento. La nieve fue, en consecuencia, el hecho destacado del día de ayer, el comentario obligado en todas las tertulias, y como es habitual, la nota reproducida en imágenes por todos los medios televisivos del país. Fue una nevada en forma. persistente, abundante, generosa. Para muchos, un episodio inédito en su vida. Y sin duda una experiencia que, de no estarse produciendo una modificación significativa del tiempo en estas latitudes, tardará en volver a producirse...", se leía en la tapa de LA CAPITAL. Y fue cierto. Han pasado 17 años y no volvió a verse algo igual.

La crónica seguía ilustrando lo sucedido. "Nevó toda la noche. Lenta y silenciosamente. Y los primeros muñecos de nieve comenzaron a tomar forma entre bufandas y gorros de lana, cuando la lógica indicaba que el lugar más apropiado era la alcoba y la calidez de la cama".

"Sin duda, los más sorprendidos por el aspecto que mostraba la ciudad fueron aquellos que se levantaron con las primeras luces para concurrir a sus ocupaciones. La nevada seguía cayendo sobre la ciudad copiosamente -se prolongó casi hasta las 9.30- y cubría con un manto blanco paseos, edificios y arterias", se consignaba en la portada.

También, en otro párrafo, se puntualizaba textualmente: "Alguien afirmó que ante esta circunstancia tan imprevista, fue declarado en la ciudad un "feriado popular". La mayor parte de los establecimientos educativos decidieron no dictar clases por la conjunta voluntad de alumnos y docentes que decidieron ocuparse más del fenómeno meteorológico que del álgebra y la ortografía".

Durante varios días no se habló de otra cosa en Mar del Plata. Hasta el "Yomagate" quedaba de lado. Las casas de fotografías trabajaban a destajo para poder satisfacer los pedidos, miles, mientras se lanzaban concursos para elegir las mejores imágenes.


Tiempo de recuerdos

Quince años pasaron ¿Qué sucedía en la ciudad, el país y el mundo en aquellos tiempos? Recorrer el archivo puede activar recuerdos y, en otros casos, evidenciar que poco ha cambiado. La nieve era la "vedette" de las noticias, pero en LA CAPITAL de aquellos días uno podía leer noticias y avisos que invitan a la nostalgia.

* Carlos Menem era el presidente de la Nación y el plan de convertibilidad cumplía cuatro meses.

* Los más chicos se deleitaban con "El show de Xuxa" y "Las Tortugas Ninja" programas que se veían por canal 8, mientras que en el 10, a medianoche, "A la cama con Moria" se convertía en un clásico, al tiempo que en telenovelas, "Una voz en el teléfono" se imponía con comodidad. ¿Otros programas exitosos?. "Feliz domingo para la juventud", "La familia Benvenutto" y "Ritmo de la Noche", con Marcelo Tinelli.

* Boca ganaba el campeonato ante Platense, 3 a 1, con una recaudación de 420 mil dólares. Los "xeneizes" formaban con Navarro Montoya, Soñora, Simón, Hrabina y Moya; Pico, Apud, Tapia y Latorre, Graciani y Batistuta. Unos días más tarde, para definir al campeón del año que iría a la Libertadores, Boca caía ante Newells por penales en una tarde lluviosa. Los rosarinos eran dirigidos por Marcelo Bielsa, el mismo que le dijo no a Boca hace algunas semanas.

* En las páginas de "Espectáculos " se anunciaba en aquel agosto del 91, que estaba por estrenarse "Atame", de Almodovar. En el cine "América" podía verse "El silencio de los inocentes". Uno de los pocos cines que quedó en pie. Porque, por ejemplo, en el Nuevo Belgrano se proyectaba "Mujer Bonita", en el Luro, "Cuando Harry conoció a Sally", en el Gran Mar, "Highlander II", en el Regina, "El inquilino", en el Odeón, "Ghost, la sombra del amor", en el Ocean Rex, "Durmiendo con el enemigo", en el Diagonal "Rocky V" y en el Atlantic, "The Doors". Cines que no existen más.

* El supermercado "Elefante" promocionaba algunas ofertas. Los 100 gramos de jamón crudo se podían comprar a 20.900 australes (sí, australes), las galletitas "Criollitas" a 3.800, el puré de tomate a 4.650, la sidra a 11.100 y la damajuana de vino tinto a 40.500 australes. En cambio, "Aragone" ofertaba un minicomponente con doble casettera por 396 dólares, y una videocámara a 1.235 dólares.

* En Wimbledon, Steffi Graf derrotaba en la final a Gabriela Sabatini y en Mar del Plata, Alvarado se consagraba campeón del fútbol local, con "Pancho" Rago encabezando la vuelta olímpica.

* Angel Roig era el intendente de Mar del Plata, Independiente anunciaba que se retiraba Ricardo Bochini y las vacaciones de invierno en la ciudad se daban con mucho frío, como hoy.

* Daniel Scioli, hoy vicepresidente de la Nación, corría en Viarregio, Italia, con su espectacular lancha, mientras que Any Costaguta gritaba su sorpresa ante los medios, puesto que su esposo Bernardo Neustadt se casaba con Claudia Cordero Biedma.
* En fútbol, la Selección Argentina se coronaba campeona en la Copa América de Chile. En la final derrotaba a Colombia por 2 a 1. ¿Los titulares?. Goycochea, Basualdo, Vázquez, Ruggeri y Altamirano: Franco, Astrada, Simeone y Rodríguez, Batistuta y Caniggia. Aquel seleccionado era dirigido por Alfio Basile. Todo vuelve...

* Se anunciaba en aquellos días, mientras los Juegos Panamericanos comenzaban en Cuba, competencia previa a la que se concretaría en Mar del Plata en 1995, que en noviembre del 91 llegaría a Mar del Plata el "Kitty Hawk", un enorme portaviones de Estados Unidos. Luego llegaría la polémica sobre las miles de prostitutas de todo el país que se trasladarían a Mar del Plata para aquellas fechas -según varios diarios capitalinos-, aunque nunca llegaron. Un título de LA CAPITAL rezaba textualmente "El puerto marplatense en pésimas condiciones: abunda la chatarra de los buques hundidos".

* Para cerrar, algunos precios. Un chalet de 3 ambientes, con parque y cochera, a estrenar en el barrio Caisamar, costaba 26 mil dólares; un departamento de un ambiente, en Santa Fe y Moreno, 11.200 dólares, y alguien compraba en Playa Grande, un piso (3 dormitorios, dos baños, living, sauna, departamento de servicio), por 105 mil dólares. En materia de autos, un Renault 18 modelo 1983 (ocho años de uso), se conseguía por 8.900 dólares, un Citroen 72 a 1.350 dólares, un Taunus modelo 80 se vendía a 4.500 dólares y un Ford Sierra modelo 90 (un año en la calle) cotizaba a 17 mil dólares.

De tapitas y Cerebro mágico

Me llegaron las dos fotos en un mail, y no dejé de recordar aquellos buenos tiempos donde juntaba y coleccionaba absolutamente de todo. Estampillas, marquillas de cigarrillos, figuritas, monedas y hasta tapitas de gaseosas. En aquellos años no había que guardar tres tapitas y pagar dos pesos para llevarse un vasito de plástico. No, estas que venían en la foto las recuerdo perfectamente.
Había de Hijitus, Cachavacha, Petete, El Buho, Hijitus, y otros personajes de aquellos tiempos. Los dibujos venían cubiertos por un "plastiquito" transparente y podrían pegarse en unos albumes que, completos, te hacían acreedor a un premio.
No en todas las casas se tomaba gaseosa, pero siempre había un mozo amigo, un empleado de un bar o un vecino que te las guardaba. Cuando recibías más de diez tapitas te sentías un súper héroe.
Ya más adelante pasé tardes enteras con el Cerebro Mágico. De un lado tenía preguntas y del otro respuestas.
Si tocabas una pregunta con un cable y la respuesta acertada con otro cable, se prendía una lucecita y te sentías un verdadero Einstein.
Más de una vez lo desarmé para intentar averiguar como funcionaba. Y ahí se perdió toda la magia de este juego educativo.Había preguntas de matemáticas, historia, geografía,biología, literatura y de interés general.
¿Cuál era el secreto?. A la pregunta de la primera fila a la izquierda le correspondía siempre la segunda respuesta de la última fila de la derecha y no importaba el cartón que pusieras. Los lugares eran fijos, y ante tus amigos tenían la oportunidad de lucirte y ganar siempre, no por conocer las respuestas sino el lugar exacto donde iba el cablecito de tu derecha.
Autoengañadome que era más inteligente que mis amigos del barrio fueron pasando lo meses hasta que la verdad quedó ahí evidenciada y el juego perdió todo su atractivo.
Entonces sí, aparecían otras alternativas aunque nada como salir a "callejear", con una pelota de fútbol o una "hondera" hasta que tu vieja se asomaba a la puerta de la casa para gritarte que estaba lista la comida.