Uno que tenía como gran atractivo del verano pasar por la vereda de las piletas de Punta Iglesia y espiar a las "estrellas" que le daban notas a "Siete Días" y "Gente" hoy se siente un poquito "desubicado" recorriendo esos increibles paradores del sur, donde ahora se puede tomar sol en unas camas especiales, con tules y todo, previo pago de 200 pesos por día.
Son otros veranos, otras temporadas, que duda cabe, pero uno añora aquellos tiempos. Añora por añorar, es verdad, pero aquellas piletas, por ejemplo, las de Lolo Von Kotch, se leía en los diarios, eran increíbles. Alguna vez, creo recordar, más acá en el tiempo, cuando las piletas habían perdido "glamour", hubo allí un espectáculo con "delfines rusos". Fue la última vez que entré a esas piletas que se levantaban, por si alguien no lo sabe, donde hoy se encuentra ese hermoso parque levantado con motivo de la Cumbre de las Américas.
En aquellas temporadas, por ejemplo, por la avenida Colón se trasladaba un camión con una banda de rock en vivo. Era una promoción de cremas Hinds y la gente se mataba por obtener una muestra gratis. Colón estallaba, al igual que los boliches de la avenida Constitución. Las playas del sur eran para practicar turismo de aventura. No había ni Djs, ni pistas de skate, escuelas de surf, masajistas, recitales ni conexiones wifi. Se hacían colas en el correo de Luro y Santiago del Estero para mandar postales, y para hablar por teléfono a Buenos Aires había que pedirle a Entel la llamada con cuatro o seis horas de anticipación. Los pibes que se encierran hoy en los cybers oscuros creen que esto pasó en la época de las carabelas de Colón, pero no, fue hace veinte o treinta años nada más.
Los "chetos" barrenaban con tablas de telgopor y patas de rana en La Perla -ojo, ya había surfers, pero eran una secta minoritaria- , los "cancheros" se untaban con "Sapolán", y otros aparecían con brebajes especiales -algunos le ponían hasta Coca Cola- para lucir un bronceado especial. El ozono y sus capas no existían, los "bañeros", hoy guardavidas, se cansaban de "levantar" mujeres y tomarse un "Séptimo Regimiento" era lo más parecido a sentirse el rey de la noche.
Había fútbol de verano también, y los jugadores de Boca entrenaban a la mañana en la playa Punta Iglesia. Aceptaban sacarse fotos con los turistas mientras miles hacían colas frente a las boleterías de los teatros para sacar entradas para algunos de los cinco o seis espectáculos que verían en la quincena.
"King Kong" se imponía en los cines, y hasta se presentaba en un galpón de la avenida Luro, los actores concurrían a Capítulo V, el café regenteado por Ernesto Atochkin y en los barcitos de la Rambla se disfrutaban las picadas marineras sin temor a los "carteristas".
Tiene razón Spinetta, joder. No todo tiempo pasado fue mejor. Pero eran buenos tiempos, a no dudarlo.
Son otros veranos, otras temporadas, que duda cabe, pero uno añora aquellos tiempos. Añora por añorar, es verdad, pero aquellas piletas, por ejemplo, las de Lolo Von Kotch, se leía en los diarios, eran increíbles. Alguna vez, creo recordar, más acá en el tiempo, cuando las piletas habían perdido "glamour", hubo allí un espectáculo con "delfines rusos". Fue la última vez que entré a esas piletas que se levantaban, por si alguien no lo sabe, donde hoy se encuentra ese hermoso parque levantado con motivo de la Cumbre de las Américas.
En aquellas temporadas, por ejemplo, por la avenida Colón se trasladaba un camión con una banda de rock en vivo. Era una promoción de cremas Hinds y la gente se mataba por obtener una muestra gratis. Colón estallaba, al igual que los boliches de la avenida Constitución. Las playas del sur eran para practicar turismo de aventura. No había ni Djs, ni pistas de skate, escuelas de surf, masajistas, recitales ni conexiones wifi. Se hacían colas en el correo de Luro y Santiago del Estero para mandar postales, y para hablar por teléfono a Buenos Aires había que pedirle a Entel la llamada con cuatro o seis horas de anticipación. Los pibes que se encierran hoy en los cybers oscuros creen que esto pasó en la época de las carabelas de Colón, pero no, fue hace veinte o treinta años nada más.
Los "chetos" barrenaban con tablas de telgopor y patas de rana en La Perla -ojo, ya había surfers, pero eran una secta minoritaria- , los "cancheros" se untaban con "Sapolán", y otros aparecían con brebajes especiales -algunos le ponían hasta Coca Cola- para lucir un bronceado especial. El ozono y sus capas no existían, los "bañeros", hoy guardavidas, se cansaban de "levantar" mujeres y tomarse un "Séptimo Regimiento" era lo más parecido a sentirse el rey de la noche.
Había fútbol de verano también, y los jugadores de Boca entrenaban a la mañana en la playa Punta Iglesia. Aceptaban sacarse fotos con los turistas mientras miles hacían colas frente a las boleterías de los teatros para sacar entradas para algunos de los cinco o seis espectáculos que verían en la quincena.
"King Kong" se imponía en los cines, y hasta se presentaba en un galpón de la avenida Luro, los actores concurrían a Capítulo V, el café regenteado por Ernesto Atochkin y en los barcitos de la Rambla se disfrutaban las picadas marineras sin temor a los "carteristas".
Tiene razón Spinetta, joder. No todo tiempo pasado fue mejor. Pero eran buenos tiempos, a no dudarlo.
4 comentarios:
me gusta mucho tu blog es la primera vez que lo leo y en verdad esta muy bueno espero poder leer mas .
de punta iglesia a los paradores esta bien el progreso lastima lo que perdemos en el camino por ello pero bueno el costo del primeer mundo hasta pronto
Hola, soy arquitecta y estoy haciendo un posgrado en mardel...y la propuesta es presentar una idea para la zona de Punta Iglesia. Encontré tu blog por google, y me servió para ver cómo eran diferentes las costumbres allá lejos y hace tiempo...
Vos sabés por que motivo las cerraron? Gracias!
saludos
Ayy lo que daría por estar ahora en un parador de la zona de PUnta Iglesia.
Lo digo mientras me encuentro estudiando encerrada en mi departamento en Buenos Aires :s, un saludo grande y disfruten los que pueden !jjee
besoss
Me crie en las Piletas Puta Iglesia, desde los 8 años, allí por los 70 hasta mis 24 años... Disfrutábamos de los saltos desde los trampolines... soy Gusi, si alguno de la época lo lee le traerá gratos recuerdos. Vóley y saltos... que gratos recuerdos de esa época... gran iniciativa al creador de este blog...
Publicar un comentario